En un reciente fallo judicial, el Tribunal de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo abordó el caso de Gustavo José Svibel (CAUSA Nº 11116/2013 SVIBEL, GUSTAVO JOSE c/ POLICIA FEDERAL ARGENTINA - ESTADO NACIONAL s/ACCIDENTE - ACCION CIVIL), un ex miembro de la Policía Federal Argentina (PFA), quien sufrió un Accidente Cerebrovascular (ACV) en 2005 mientras cumplía con sus tareas laborales.
Siendo la sentencia en Diciembre de 2023, 10 años luego de iniciada la causa y 18 años luego del hecho.
Este hecho abrió un debate sobre las condiciones laborales dentro de la PFA y los derechos de los agentes en contextos laborales de alto estrés.
El reclamo de Svibel se centra en que las extremas condiciones psicosociales y laborales a las que fue sometido durante sus 26 años de servicio desencadenaron el ACV que afectó su salud de manera permanente.
Según su demanda, desde su ingreso en 1987 a la PFA, se le asignaron múltiples destinos y responsabilidades crecientes, lo que lo llevó a trabajar jornadas extenuantes sin las debidas compensaciones por horas extra. Destacó que las tareas requerían una alta concentración y responsabilidad, y esto, sumado a un salario insuficiente, incrementó su estrés, afectando su bienestar físico y mental.
El testimonio de Svibel refleja el abandono por parte de la institución respecto al cuidado de la salud de sus agentes. Durante sus años en la PFA, fue testigo y partícipe de situaciones de violencia extrema, particularmente en zonas como el Bajo Flores, donde los enfrentamientos vinculados al narcotráfico eran frecuentes.
Esto, según el demandante, generaba una carga emocional y psicológica abrumadora, agravada por la falta de apoyo psicológico y el riesgo constante al que estaba expuesto.
El ex policía relata que en la madrugada del 18 de abril de 2005, mientras cumplía sus funciones en la Delegación de Paso de los Libres, Corrientes, comenzó a experimentar síntomas graves como pérdida de movilidad en el lado izquierdo del cuerpo, dificultad para hablar y mareos, signos que posteriormente se confirmarían como un ACV.
Fue hospitalizado en Buenos Aires y pasó por una extensa rehabilitación, que no logró revertir completamente las secuelas del evento, dejándolo con una hemiparesia que limita su capacidad de movimiento y habla.
Aquí están tres citas clave del documento, con una explicación de cómo cada una refleja la afectación psicosocial que vivió Gustavo José Svibel durante su tiempo en la Policía Federal Argentina (PFA):
Cita:
“La carga de trabajo [...] es realmente abrumadora, máxime considerando que la Comisaría 38 tiene como jurisdicción el llamado ‘Bajo Flores’, donde se encuentra la villa 1-11-14, registrándose allí la tasa más alta de la ciudad en hechos violentos vinculados al narcotráfico.”
Explicación:
La referencia a la Comisaría 38 y la alta violencia relacionada con el narcotráfico pone de manifiesto las exigentes y peligrosas condiciones laborales. Estas situaciones extremas no solo incrementan la carga física del trabajo, sino también el impacto emocional y psicológico de enfrentarse diariamente a situaciones de alto riesgo. El estrés crónico asociado a la exposición a violencia y criminalidad intensa afecta negativamente la salud mental, lo que en el caso de Svibel contribuyó a la aparición de un Accidente Cerebrovascular (ACV).
Cita:
“Debo señalar además que yo debía realizar consultas permanentes con las autoridades judiciales [...] Dichas consultas por lo general se realizan en forma telefónica [...] implicando órdenes poco precisas y malentendidos [...] obligándome a tomar decisiones sobre la marcha y asumir toda la responsabilidad en mi calidad de Jefe de la Oficina de Judiciales.”
Explicación:
Aquí se refleja el nivel de presión constante a la que estaba sometido Svibel. La falta de instrucciones claras y la toma de decisiones bajo presión añadían una carga mental significativa. Estas condiciones pueden provocar ansiedad y desgaste emocional, lo que contribuye a un estado de agotamiento psicológico severo. La obligación de tomar decisiones críticas sin descanso adecuado genera un clima de tensión y puede llevar a la descompensación emocional y física.
Cita:
“La sobrecarga de tareas era tan grande que me pesaba inmensamente no poder tener el trabajo al día, sentía que nada de lo que hacía era suficiente, y que un día cualquiera iba a terminar muerto en manos de delincuentes.”
Explicación:
Esta cita ilustra el agotamiento emocional que experimentaba Svibel debido a la sobrecarga laboral y la constante sensación de insuficiencia, junto con el miedo real de perder la vida en el cumplimiento de sus deberes. El desgaste psicológico asociado a este temor constante puede derivar en trastornos de ansiedad, depresión y, en su caso, contribuyó a un ACV. La falta de apoyo psicológico adecuado y el estrés continuo dejaron al actor vulnerable, afectando su salud física y mental de manera crítica.
Pero a su vez también se citaron obligaciones que se exigían pero no eran abonadas:
Cita:
“Era habitual que el accionante trabajase horas extras (‘recargo de servicios’), sin que se le abonasen las compensaciones pertinentes.”
Explicación psicosocial:
Desde el punto de vista psicosocial, esta situación refleja la explotación laboral y la falta de reconocimiento del esfuerzo adicional que realizaba el trabajador. Al no recibir compensación por sus horas extras, Svibel estaba sometido a una sobrecarga laboral sin los beneficios económicos correspondientes, lo que probablemente generaba un aumento del estrés y de la frustración. El desgaste emocional y físico derivado de esta situación es considerable, ya que el trabajador no solo veía comprometido su tiempo de descanso, sino que también sentía que su dedicación no era valorada ni recompensada. Esto incrementa el agotamiento mental, llevando a una sensación de impotencia, desmotivación y, eventualmente, al colapso físico en forma de ACV.
Posible caso de violencia institucional (por corrupción):
El hecho de que las horas extras no hayan sido abonadas de manera adecuada podría ser indicio de un problema más profundo dentro de la estructura institucional. La ausencia de pago por los recargos de servicio puede estar vinculada a prácticas irregulares dentro de la institución, lo que sugeriría una forma de corrupción o mala administración. La falta de transparencia en la gestión de los recursos laborales y económicos dentro de la Policía Federal Argentina (PFA) podría haber favorecido un sistema en el cual los derechos de los agentes se ven vulnerados de manera sistemática. Esta irregularidad financiera no solo afecta a la salud y bienestar de los trabajadores, sino que también contribuye a la desconfianza hacia la institución, debilitando aún más el sistema de protección de derechos dentro de la fuerza.
Otra serie de irregularidades son los cambios de lugar de trabajo (denominado "destino") de forma forzosa e intempestiva, generando serias afectaciones a su núcleo familiar primario:
Cita:
“En 1994 la P.F.A., en forma unilateral, decidió el pase del reclamante a la Comisaría 15 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, lo que implicó que el mismo debiese separarse de su esposa e hijos, toda vez que su sueldo no le alcanzaba para solventar una mudanza familiar a Capital.”
Explicación:
Este fragmento pone de manifiesto una grave afectación en el ámbito familiar y personal de Gustavo Svibel. Al ser trasladado de manera unilateral a Buenos Aires, sin contar con los recursos suficientes para mudar a su familia, se vio forzado a vivir separado de su esposa e hijos. Esta distancia prolongada entre el hogar y el trabajo tiene un impacto psicosocial significativo. La separación de la familia afecta gravemente la estabilidad emocional del trabajador, sumando estrés y desarraigo. Además, vivir lejos de la familia puede generar sentimientos de soledad, frustración e impotencia, que se acumulan con el desgaste físico y mental propio de la actividad laboral, lo que, en el caso de Svibel, contribuyó al deterioro de su salud mental y física.
Desde una perspectiva psicosocial, la fractura del entorno familiar y la falta de apoyo cercano agravan el desgaste emocional, ya que Svibel no podía encontrar refugio ni balance entre su vida laboral y personal. Esto resulta en un círculo vicioso de estrés laboral que se ve exacerbado por la falta de un soporte emocional familiar constante.
Svibel, tras ser dado de baja por una incapacidad del 70%, no solo enfrenta problemas físicos, sino que también quedó en una situación económica precaria.
A su retiro, comenzó a percibir un haber un 30% menor al que cobraba en actividad, una situación que, junto con las deudas acumuladas por gastos médicos, lo ha dejado en serias dificultades financieras.
El Tribunal analizó la relación entre las condiciones de trabajo y el ACV de Svibel, tomando en cuenta peritajes médicos que concluyeron que el estrés laboral fue un factor significativo en la aparición del accidente cerebrovascular.
Los peritajes indican que el demandante padecía desde años antes un síndrome de ansiedad reactiva debido a las condiciones laborales, lo que, sumado a la falta de apoyo institucional, contribuyó al deterioro de su salud.
La PFA, por su parte, no negó las duras condiciones laborales del demandante, pero sostuvo que el ACV no fue consecuencia directa de las tareas realizadas.
No obstante, el fallo del Tribunal enfatiza que el estrés extremo y la falta de medidas preventivas fueron cruciales en el desencadenamiento del episodio de salud. La ausencia de apoyo psicológico y la negligencia institucional fueron destacadas como factores que vulneraron los derechos de Svibel.
El fallo subraya la importancia de que la PFA, al igual que cualquier otra institución, debe garantizar condiciones laborales que preserven la salud física y mental de sus agentes.
La falta de medidas de contención y prevención para situaciones de estrés extremo es una problemática estructural que afecta a los miembros de la fuerza, quienes muchas veces no tienen acceso a asistencia adecuada después de enfrentarse a situaciones traumáticas.
En cuanto a la protección de los derechos del personal, el caso pone en evidencia la dificultad que tienen los agentes para reclamar condiciones dignas de trabajo.
Esto se agrava por la falta de evaluaciones periódicas de la salud física y mental del personal (y cuando ocurre se utiliza como mecanismo para limitar el ascenso), así como por la precariedad económica que obliga a muchos policías a trabajar en exceso para mantener a sus familias.
El abogado representante por parte de la Policía Federal Argentina fue Francisco José Rocco Viviani (y por tanto en representación del Estado), y el juez de primer instancia fue Hernán Mendel, a su vez la preosecretaria Gabriel Navarro. Estas personas consideraron que no correspondía la demanda, cosa que luego la cámara anuló.
Este fallo invita a reflexionar sobre la necesidad urgente de mejorar las condiciones laborales dentro de la PFA, implementando políticas que cuiden no solo el bienestar físico, sino también el mental de los agentes, garantizando el acceso a tratamientos preventivos, apoyo psicológico y una justa compensación económica.
La creación de mecanismos que permitan al personal proteger sus derechos es también un tema prioritario para evitar que casos como el de Svibel sigan repitiéndose.