Otro policía suicidado ahora PFA, abordando la Crisis Psicosocial en las Fuerzas de Seguridad

El trágico suicidio del ayudante Cristian Ariel R., perteneciente a la Policía Federal Argentina, el pasado 7 de noviembre en José C. Paz, Provincia de Buenos Aires, pone de manifiesto una realidad alarmante y urgente: la crisis psicosocial que afecta al personal policial en diversas fuerzas del país. Este hecho luctuoso no es un caso aislado; se suma a una serie de tragedias que involucran a miembros de las fuerzas de seguridad, como los casos de Marcelo Alejandro Morales, Demián Cristian Duarte, y otros.

La situación se agrava al considerar las condiciones laborales precarias y el manejo institucional deficiente en diversas áreas. La disponibilidad de Cristian Ariel R., un indicativo de su situación emocional, y su uso previo del armamento en publicaciones en redes sociales son señales alarmantes de las tensiones que enfrentan los miembros de las fuerzas de seguridad.

La periodista Josefina López Mac Kenzie ha destacado esta problemática en varios artículos, subrayando la urgencia de abordar las condiciones psicosociales del personal policial. Las malas condiciones laborales, junto con una gestión inadecuada en las instituciones policiales, han llevado a una grave crisis que lamentablemente culmina en la pérdida de vidas.

Es imperativo que las autoridades pertinentes tomen medidas efectivas para prevenir situaciones de riesgo para el personal policial. Además, es esencial reforzar los controles disciplinarios para identificar y abordar posibles problemas antes de que se conviertan en tragedias irreversibles.

En este sentido, las autoridades de la Policía Federal Argentina, encabezadas por Juan Carlos Hernández (Jefe), Osvaldo Rubén Mato (Subjefe), Carlos Alberto Risimini (Superintendencia de Bienestar), Marcelo Orestes de Pierro (Superintendencia de Personal y DDHH), y Claudio Humberto Quiroga (Dirección Autónoma de Asuntos Jurídicos), deben asumir un papel activo en la implementación de políticas internas que promuevan la salud mental y el bienestar del personal policial.

A nivel ministerial, el compromiso del Ministerio de Seguridad de la Nación es crucial. Las responsabilidades recaen en Aníbal Domingo Fernández (Ministro de Seguridad) y Gabriel Alfredo Bruno (Secretario de Coordinación, Bienestar, Control y Transparencia Institucional). Es esencial que estos líderes supervisen de cerca las condiciones de trabajo y la salud mental de los agentes de seguridad, adoptando medidas concretas para mitigar la crisis en curso.

En este contexto, es destacable la existencia del "Programa Abordaje Integral del Suicidio" en el Ministerio de Seguridad, dependiente de la "Subsecretaría de Derechos, Bienestar y Género". Sin embargo, es imperativo que este programa se fortalezca y se implemente de manera efectiva en todas las fuerzas de seguridad del país.

La Auditoría Adjunta General en Policía Federal Argentina, bajo la dirección de Fernando Jorge Chiappara, y la Unidad de Auditoría Interna del Ministerio de Seguridad, liderada por Ana María Valle, desempeñan un papel clave en el monitoreo y evaluación de las políticas implementadas para abordar esta crisis psicosocial.

La crisis en las fuerzas de seguridad no solo representa una amenaza para la salud mental de los agentes, sino que también puede derivar en afectaciones al patrimonio público. Urge una acción coordinada y efectiva por parte de todas las instancias involucradas para mejorar las condiciones laborales, fortalecer los controles disciplinarios y prevenir tragedias como la que enluta a la familia de Cristian Ariel R.