sábado, 21 de septiembre de 2024

El Impacto del Cobro de Cartelería en los Supermercados del Municipio de San Martín

En el contexto de una economía argentina en constante lucha por recuperar estabilidad, el municipio de San Martín ha implementado una medida que ha generado controversia y preocupación en el sector comercial. Según información reciente, los supermercados del municipio deben abonar $645.000 mensuales por la instalación de cartelería. Este monto se suma a una creciente carga impositiva que dificulta aún más la supervivencia de los comercios locales, especialmente en tiempos de incertidumbre económica y alta inflación.

Las Consecuencias Económicas

Este tipo de regulaciones municipales puede tener un impacto significativo en la estructura de costos de los supermercados. Al elevar los costos fijos mensuales, las empresas se ven obligadas a trasladar parte de ese gasto a los precios finales de sus productos, lo que afecta directamente a los consumidores. En una economía donde el poder adquisitivo de la ciudadanía se ha visto gravemente reducido, cualquier aumento en el costo de los bienes esenciales —como los alimentos— genera un círculo vicioso de inflación y disminución del consumo.

Además, estos altos costos pueden desincentivar la inversión en el municipio, ya que las empresas tienden a buscar entornos más favorables para su desarrollo. La imposición de tributos elevados por conceptos como la cartelería añade una capa de complejidad administrativa y económica que las pequeñas y medianas empresas no siempre pueden absorber. A largo plazo, esto podría provocar una reducción en la cantidad de comercios que operan en la zona, afectando el empleo y la oferta de bienes y servicios.

Las Autoridades Involucradas

El cobro de estos montos corresponde a una política implementada por las autoridades del municipio de San Martín, bajo la administración del intendente Fernando Moreira, y con la intervención de la Subsecretaría de Política Territorial a cargo de Héctor Pardo López y la Dirección de Política Territorial encabezada por Marta Gramuglia. Asimismo, la Subsecretaría de Control Urbano, liderada por Luis Gómez, y la Dirección de Control Urbano, bajo la responsabilidad de Gastón Oscar Vivanco, son las dependencias encargadas de fiscalizar el cumplimiento de esta normativa.

Un Problema Estructural en la Economía

El hecho de que se cobren sumas tan altas por conceptos como la cartelería refleja un problema estructural más profundo en la economía argentina: la proliferación de cargas fiscales y municipales que incrementan la presión sobre el sector privado. Esto impide que la economía pueda despegar de manera sostenible, ya que los altos costos operativos limitan la competitividad de los comercios locales y, por ende, la capacidad del país para fomentar un crecimiento económico equilibrado.

Este tipo de políticas fiscales municipales pueden parecer insignificantes en un primer análisis, pero, cuando se suman a la multiplicidad de impuestos nacionales, provinciales y municipales que las empresas ya deben afrontar, constituyen un obstáculo considerable para el desarrollo económico. La pregunta sobre por qué no despega la economía, que ha sido planteada en varias oportunidades a figuras como Javier Milei, no puede ser respondida sin considerar el impacto negativo de regulaciones como esta, que limitan la libre operación del mercado y reducen la competitividad empresarial.

Afectación en la Sociedad

El impacto de estas políticas no es menor para la sociedad. Los consumidores, ya golpeados por una inflación creciente, enfrentan precios más altos en los productos básicos debido al aumento en los costos operativos de los comercios. Esto erosiona el poder adquisitivo, genera mayor incertidumbre en los hogares y reduce la capacidad de ahorro y consumo. Por otro lado, los trabajadores del sector comercial pueden ver peligrar sus empleos si estas políticas fiscales terminan empujando a las empresas a recortar personal o, en el peor de los casos, cerrar sus puertas.

La Necesidad de Reformas

Es fundamental replantear este tipo de políticas locales que, lejos de fomentar el desarrollo económico, generan un efecto contrario, asfixiando a las empresas y afectando directamente al ciudadano común. Los municipios deben trabajar en conjunto con el sector privado para buscar soluciones alternativas que permitan una convivencia armónica entre la recaudación necesaria para el funcionamiento del municipio y el alivio fiscal que las empresas necesitan para operar eficientemente.

Un camino posible es la implementación de incentivos fiscales o la revisión de los criterios impositivos que gravan a los comercios, especialmente en sectores esenciales como los supermercados. De esta forma, se puede reducir el costo de vida para los consumidores y promover la estabilidad y el crecimiento del empleo en la región.

En resumen, medidas como el cobro desmedido por la cartelería en los supermercados del municipio de San Martín no solo afectan la viabilidad de las empresas, sino que también tienen un impacto directo en la economía local y la calidad de vida de los ciudadanos. Es necesario repensar estas políticas para fomentar un ambiente más propicio para el desarrollo económico, con menos trabas y mayor transparencia.

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