" El pasado sábado 22 de octubre, llega un grupo de alumnos del Colegio
San Tarsicio, Capital Federal, a Conhello, La Pampa, por una semana,
para misionar. La comunidad, que tiene menos de 700 habitantes, los
recibe con calidez y entusiasmo.
El grupo de jóvenes misioneros se
instala en el polideportivo del lugar, cada uno con su bolsa de dormir.
Esa primera noche, alguien entra mientras dormían, y roba la caja donde
los 20 jóvenes habían dejado sus celulares recolectados por sus
profesores, con el objetivo de que se desconecten de la tecnología, de
sus contactos… y que puedan estar bien presentes interactuando con esta
pequeña comunidad, transmitiendo un mensaje de esperanza.
Esta estafa
tan baja, tan traicionera, no detuvo a los jóvenes, que al despertar con
esta noticia, siguen adelante en su peregrinar, visitando casa por
casa, haciendo actividades para los niños, adolescentes y jóvenes,
entregando lo mejor de sí para intentar hacer realidad las palabras de
San Francisco de Asís: “Donde haya oscuridad, déjame traer luz”.
El
colegio hizo la denuncia a la policía como corresponde. Pido a la
intendencia de Conhello, al gobierno de La Pampa, a todas las
autoridades de este país que puedan y sepan colaborar.
Todos sabemos que
existe tecnología para rastrear los celulares. Estos 20 jóvenes se
merecen justicia. No nos resignemos y aceptemos este tipo de acciones
como normales. Les agradece la madre de una joven misionera. "
Carta de Lectores de La Nación