Según informa el diario Perfil, mediante un nuevo de acto de violencia, atentando contra la verdad histórica, la organización "Madres de Plaza de Mayo" y con el apoyo del secretario de Derechos Humanos Horacio Pietragalla Corti, se cambió el nombre de una calle en la ex ESMA (espacio usurpado por la política y actualmente siendo un "Espacio Memoria y Derechos Humanos").
En dicho acto estuvo presente "Taty" Almeida, Nicolás Trotta, Victoria Montenegro, María Rosa Muiños, Alejandro Amor, Hugo Yasky. A su vez el músico Ignacio Copani estuvo presente quién manifestó en dicho espacio convenios con la "Escuela Popular de la Música" y la "Fundación Música Esperanza y la Universidad de La Plata".
Caso particular el de Alejandro Amor, quién exdefensor del Pueblo y precandidato a legislador, pues se encuentra realizando actos que pueden entenderse como de campaña como gubernamentales.
¿Porqué "Son 30 mil" es un acto de violencia político institucional?
La cifra respecto de los desaparecidos es un tema de debate continuo en la Argentina, pero distintos actores han manifestado ya que el número de 30.000 desaparecidos no es real. Constituye un acto político más que un acto histórico y fue un número inventado con la finalidad de obtener apoyo de organismos internacionales.
Dichas afirmaciones fueron realizadas por diversas personas tales como el propio autor de dicho número Luis Labraña, quién manifestó: "Inventamos la cifra, fui yo el que dijo 30.000".
Labraña quién se define como exmilitante de las organizaciones FAP, FAR y Montoneros afirmó “la mentira era necesaria para conseguir ese dinero para las madres de los desaparecidos”.
En igual sentido Graciela Fernández Meijide manifestó: "La cifra de 30.000 desaparecidos en Argentina fue un invento de los exiliados en España".
Por su parte el libro "El Pacto" de la Asociación Justicia y Concordia describe el debate de la cifra de 30.000 desaparecidos de la siguiente forma otorgando datos históricos y objetivos por lejos de las acciones políticas:
"Las organizaciones de DDHH y sus aliados políticos procedieron a instalar el número de 30.000 para los muertos y desaparecidos por la represión como principio dogmático, y a atacar con virulencia a quien se atreviera a ponerlo en duda. Ello, a pesar de lo relevado por los tres informes oficiales: el de la CONADEP, de 1984; el de la Secretaría de DDHH, de 2006; y el Registro Único de Víctimas del Terrorismo de Estado (RUVTE), de 2015, que detallan, respectivamente, 8.961, 8.368 y 8.631 casos, cifras que se aproximan a las 8.751 placas del Parque de la Memoria."
Otras manifestaciones en igual sentido surgen de la entrevista realizada por "es de peroncho" a Nicolás Marquéz titulada "No fueron 30.000 desaparecidos".
Este último fue tildado de "derecha medieval, machista y antiderechos" junto a otras personas que buscan defender la verdad histórica, la cual es sistemáticamente atacada por parte del "Ministerio de la Verdad". La cultura de la cancelación, y la búsqueda de la autocensura siempre presente.
La verdad histórica es un derecho de todos los argentinos, no pertenece a ningún sector. No es de derecha, no es de izquierda. No es oficialista ni opositora. La verdad es un Derecho Humano. El cual está sistemáticamente atacado en pos de afirmar con sentencias del tipo "Son 30 mil".
La negación de la cifra histórica, y no una cifra simbólica cuyos propios autores manifiestan que fue un acto político parte de un engaño para obtener apoyo externo, constituye un acto de violencia política institucional. Ya que se institucionaliza la mentira como un acto legítimo para obtener resultados.
Estos actos de violencia simbólica no difieren a los que hace la funcionaria Graciana Peñafort al manifestar "La Corte quien tiene que decidir si los argentinos vamos a escribir la historia con sangre o razones, porque la vamos a escribir igual" o el actor Raúl Rizzo quién dijo "El Gobierno tendría que hacer una revolución armada para terminar con la pobreza".
La siembra de la violencia como parte de la política da como resultado muertes, así se ve de manifiesto el accionar de ONGs que mediante desinformación han generado la prohibición del uso de las taser haciendo lobby en el gobierno y así produciendo la quita de recursos y el miedo en las fuerzas de seguridad, lo que derivó en por ejemplo la muerte de Juan Pablo Roldán y Rodrigo Facundo Roza.
Estas ONG fueron: la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH), Hijos por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio (H.I.J.O.S.), Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, Madres de Plaza de Mayo, Línea Fundadora, y el Observatorio de Derechos Humanos (ODH), CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales), Amnistía Internacional.
La imposición de la cifra y su afirmación definitiva con "Son 30 mil" constituye un acto de negacionismo, pues el rechazo de los hechos históricos.
La reescritura de la historia mediante mitos y verdades parciales se vio plasmado en lo que fuere el mayor acto de violencia política reciente al el presidente Nestor Kirchner modificar el prologo del libro Nunca Más escrito por Ernesto Sábato: “Durante la década del 70, la Argentina fue convulsionada por un terror que provenía tanto desde la extrema derecha como de la extrema izquierda”.
Mario Sábato, el hijo del escritor, manifestó: "el Nunca más es un documento histórico que nos pertenece a todos y forma parte de la historia argentina. Modificarlo fue tan torpe como imprudente. Agregar un escrito que pretendía corregir al prólogo, además de irrespetuoso, fue un pasaporte de impunidad para que los próximos gobiernos hicieran lo mismo, según sus conveniencias de alterar un pasado que no debemos olvidar. Ese insolente agregado fue tan notorio que logró que pasara desapercibido otro escándalo, tan grave como aquel pero más insidioso. Los nombres de los héroes civiles que investigaron los crímenes de la dictadura y del Presidente que instauró la CONADEP figuraban en la contratapa de la edición original del Nunca más. Fueron, valga la triste comparación, desaparecidos. Se los borró de la contratapa (...). Recién en la página 442 de las ediciones alteradas, y en letras pequeñas, se mencionaba al Presidente Alfonsín, al decreto que constituía la CONADEP y a los nombres de sus integrantes"
En este nuevo atentando contra la verdad histórica realizado por "Madres de Plaza de Mayo" y con el apoyo de la Secretario de Derechos Humanos en el ex ESMA, el estado argentino, los funcionarios del gobierno y las organizaciones no gubernamentales "de DDHH" constituyen un sistemático ataque a la memoria, y con esto un acto de violencia político institucional, inaceptable en la República Argentina y su sistema democrático.
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