jueves, 5 de agosto de 2021

“Hay que retirar de la red mensajes de odio que hacen mucho daño”

"La coordinadora nacional contra la delincuencia informática alerta de que la pornografía infantil ha aumentado un 1.000% durante el confinamiento

A sus 64 años, Elvira Tejada no ha perdido la risa franca ni el afán por aprender. Esta riojana, fiscal de Sala del Supremo, sabe que el desarrollo vertiginoso de la tecnología abre cada día nuevos campos al crimen y que no se acostará sin descubrir formas de delincuencia que ni siquiera podía sospechar. Pero no desespera. Avanza con pasos cortos y seguros en esa selva sin ley que sigue siendo en gran medida internet, intentando poner algo de orden, respeto a los derechos humanos y la dignidad de las personas. Desde hace una década es coordinadora nacional contra la Criminalidad Informática; la encargada de perseguir los delitos que se cometen en el ciberespacio, que son prácticamente todos, pues todo lo que pasa en el mundo físico tiene su réplica virtual. Y no siempre para mejor.

Pregunta. El confinamiento ¿aumentó la ciberdelincuencia?

Respuesta. Sin duda. Hemos desplazado nuestra vida a la red y la delincuencia también. Al reproducir nuestras relaciones personales en internet, también se reproducen sus patologías. Me preocupa especialmente la pornografía infantil y los delitos contra menores, que han tenido un pico importantísimo durante el confinamiento. Un informe de Eurojust cifra el aumento en un 1.000%. Es decir, unas diez veces más. Lo que pasa es que los datos de incoación de procedimientos judiciales en 2020 están afectados por otro factor que no podemos ignorar: se ralentizó la actividad judicial, no se celebraron juicios, y eso creó un stock que ha ido aflorando ahora, meses después.

P. Muchas denuncias no llegan porque no se conoce el autor.

R. Eso nos pasa en las estafas. Tras la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal de 2015 solo se trasladan a Fiscalía los hechos que tienen autor o guías para determinar la autoría.

P. Eso es un agujero negro.

R. Sin duda.

P. ¿También pasa con el abuso a menores?

R. La cifra real es un misterio insondable, no lo podemos ni calcular. El niño no lo denuncia, porque no es consciente o está atemorizado. Tenemos información de policías e instituciones extranjeras. Y el ciberpatrullaje: todos los cuerpos policiales tienen unidades especializadas en pornografía infantil y acoso a menores. Son grupos esforzadísimos. Cuando identifican una IP y la geolocalizan ya tenemos investigación. El agujero está en las denuncias: sabemos que hay mucho tráfico porque nos lo dicen los metabuscadores, pero materializarlo en investigaciones concretas cuesta mucho."

El País

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