" ASUNCIÓN, Paraguay. El Primer Comando Capital no es un grupo criminal tradicional. Sus miembros se definen como una “hermandad”, una especie de logia del crimen organizado, con códigos estrictos, según explica el fiscal paraguayo Giovanni Grisetti. El ingreso incluye un bautismo de sangre: matar a alguien. Ese es un requisito esencial para “iniciarse” en esta organización que comenzó a irradiar su poder en los años 90, en las cárceles de San Pablo, y hoy domina las prisiones de Paraguay –conectada a través de aplicaciones como WhatsApp, Telegram y Signal– y se abastece en Bolivia de cocaína que envía a Europa.
Ahora, este grupo criminal, que se expandió en la pandemia y está acusado de haber ordenado y financiado el crimen del fiscal antidrogas paraguayo Marcelo Pecci en una playa colombiana, empieza a hacer pie en la Argentina y Uruguay, a partir del control logístico de una ruta clave para abastecer de cocaína el Viejo Continente: la Hidrovía Paraná-Paraguay, que tiene escasos controles, lo que favorece un negocio multimillonario. "
domingo, 12 de junio de 2022
“Tenés que ir a matar a alguien, si no, morís”
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