En la provincia de Córdoba, un trágico incidente revela la urgente necesidad de un seguimiento más riguroso y una gestión más informada en las fuerzas policiales y de seguridad. Nicolás Emiliano Loases, un oficial de 35 años con licencia psiquiátrica, falleció en circunstancias lamentables luego de protagonizar un robo, una persecución y autoinfligirse una herida fatal en la cabeza.
Loases, quien desempeñaba labores administrativas en la brigada de investigaciones, había presentado una carpeta psiquiátrica en las semanas previas al incidente. A pesar de su licencia y de haber sido exceptuado del uso de armas de fuego, se vio envuelto en un episodio delictivo al robar un vehículo en el barrio Poeta Lugones.
La búsqueda del prófugo se desencadenó gracias al GPS del teléfono de la víctima, lo que llevó a una persecución que culminó en la calle Chaviscate al 1800. En un intento desesperado de escape, Loases se atrincheró en una casa y, finalmente, se disparó en la cabeza, siendo este dramático momento captado por las cámaras de seguridad.
Este trágico suceso pone de manifiesto la importancia de un seguimiento más cercano y una gestión más eficiente del personal policial que presenta afectaciones médicas. En este caso, la falta de control sobre el estado psicosocial del oficial, aunado a la carencia de formación de sus superiores en análisis de riesgos y gestión de recursos humanos, derivó en consecuencias fatales.
Es esencial destacar que Loases, a pesar de contar con carpetas médicas, continuó desempeñando funciones en la fuerza. Esto sugiere una brecha en el sistema de evaluación y seguimiento de personal con condiciones médicas particulares. La incapacidad para reconocer la gravedad de la situación y la falta de conocimientos en gestión de recursos humanos en los altos mandos de las fuerzas de seguridad son aspectos cruciales que deben abordarse de manera urgente.
Este caso se suma al de varios personal policial de distintas fuerzas como Marcelo Alejandro Morales, Luis Zelarrayán, Demián Cristian Duarte, Cristian Ariel R., entre muchos más. Y denota que los riesgos psicosociales en las fuerza de seguridad y policiales en argentina no están correctamente gestionados. Existen antecedentes en varias fuerzas tales cómo la Policía Federal Argentina, la policía de Entre Ríos, la Policía Bonaerense, entre muchos más.
El fiscal Raúl Garzón, a cargo de la investigación, está realizando pruebas exhaustivas para esclarecer los eventos que llevaron a la tragedia. Este caso debería servir como llamado de atención para implementar medidas más rigurosas en la evaluación y gestión del personal con condiciones médicas, así como para proporcionar a los líderes policiales las herramientas y conocimientos necesarios para abordar adecuadamente estos casos delicados. La seguridad pública depende en gran medida de un enfoque integral que considere tanto la salud mental como la capacitación adecuada de quienes tienen la responsabilidad de mantener el orden y la seguridad en nuestra sociedad.
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