Revelaciones de espionaje ilegal involucran al diputado kirchnerista Rodolfo Tailhade en prácticas cuestionables

En medio de un escándalo que pone al descubierto las cloacas de la política y el espionaje ilegal, el diputado kirchnerista Rodolfo Tailhade se encuentra bajo la lupa judicial por su presunta participación en actividades de inteligencia ilegal contra jueces y adversarios políticos.

Tailhade, reconocido por su estilo violento y patoteril, ha sido un crítico constante del Poder Judicial, especialmente cuando se trata de casos que involucran a la expresidenta Cristina Kirchner. Sin embargo, las revelaciones surgidas de los chats del expolicía Ariel Zanchetta han dejado al legislador imputado por espionaje ilegal.

El juez Marcelo Martínez de Giorgi, a cargo de la megacausa que examina el espionaje a jueces de la Corte Suprema y otros magistrados federales, ha aceptado la denuncia del exministro de Seguridad porteño Marcelo D’Alessandro contra Tailhade. Según un informe de la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado (Dajudeco), el legislador kirchnerista habría estado involucrado en conversaciones comprometedoras con el agente inorgánico Zanchetta, actualmente detenido por realizar actividades de inteligencia ilegal contra dirigentes políticos.

Las pericias realizadas por la fiscalía de Eduardo Taiano, que investiga el asesinato de Alberto Nisman, revelaron que Zanchetta recibía instrucciones directas de agentes de la ex-SIDE al menos cuatro meses antes del hallazgo del cuerpo del fiscal de la causa AMIA.

D’Alessandro denunció haber sido víctima de un robo de identidad, acusando a Tailhade de anticipar nuevas filtraciones de su celular en un reportaje radial. Estas acusaciones podrían ser motivos suficientes para que la Cámara de Diputados analice la posible expulsión de Tailhade.

Estas revelaciones ponen de manifiesto la recurrente práctica del kirchnerismo de utilizar recursos del Estado para actividades de inteligencia ilegal, en un intento por deslegitimar a jueces y adversarios políticos. La necesidad de una labor judicial ejemplar se hace evidente para poner fin a las cloacas de la política y garantizar el derecho a la intimidad de todas las personas afectadas. Sin embargo, las estrechas vinculaciones del juez Martínez de Giorgi con los espías plantean dudas sobre su capacidad para brindar una respuesta imparcial a este escandaloso caso.