La Municipalidad de Córdoba radicó una denuncia penal contra los responsables de un incendio intencional en un basural ilegal al norte de la ciudad, tras la emisión de humos contaminantes y un olor nauseabundo que afectó a múltiples barrios. Aunque las autoridades aseguran que los niveles de contaminación están "controlados", expertos advierten sobre los riesgos ambientales y sanitarios de estas prácticas recurrentes.
El origen: quema clandestina con compuestos peligrosos
El foco del conflicto se ubicó en un predio privado junto al Canal Maestro Norte, carente de autorización para el tratamiento de residuos. Bomberos y equipos ambientales hallaron una combustión lenta bajo tierra de desechos, liberando gases azufrados que generaron el penetrante olor —descrito por vecinos como similar a "coliflor hervido"— y columnas de humo visibles.
Análisis de la UTN y la UNC confirmaron la presencia de disulfuro y trisulfuro de dimetilo, compuestos con alta capacidad odorífera. Si bien los estudios descartaron niveles críticos de toxicidad en suelo, especialistas exigieron monitoreo continuo y reparación del área, ya que el fuego pudo haber liberado sustancias peligrosas al contacto con plásticos, agroquímicos o sintéticos.
Impacto ambiental: un problema recurrente
El fiscal Raúl Garzón ya investigaba casos similares en otros lotes, lo que expone un patrón de manejo irregular de residuos en la zona. Eduardo Sarría, director de Impacto Ambiental municipal, señaló que el incendio no fue superficial, sino en capas profundas de basura, lo que dificultó su control y prolongó la emisión de humo.
Riesgos identificados:
Contaminación del aire: Los compuestos azufrados pueden irritar vías respiratorias y agravar enfermedades crónicas.
Degradación del suelo: Acumulación de metales pesados o químicos no detectados inicialmente.
Daño ecosistémico: Posible filtración de tóxicos al Canal Maestro Norte, afectando flora y fauna.
Acciones legales y reclamos vecinales
El municipio impondrá multas y costos de remediación a los dueños del terreno, mientras bomberos y policía trabajan para evitar nuevos ingresos de residuos. Vecinos de Alta Córdoba, Marqués de Sobremonte y el Cerro habían reportado el olor desde el martes, incluso con falsas alarmas por supuestas fugas de gas.
Aunque el gobierno local descartó un "peligro inminente" para la salud, la situación reavivó críticas por la proliferación de basurales clandestinos y la necesidad de políticas más estrictas. "Estos incidentes no son aislados; reflejan negligencia y falta de control", afirmó un ambientalista local bajo anonimato.
Conclusión: un llamado a la prevención
El caso evidencia cómo la quema ilegal de residuos —además de molestar— pone en riesgo recursos naturales y calidad de vida. Autoridades insisten en que los responsables serán sancionados, pero organizaciones civiles demandan auditorías permanentes y campañas de concientización para evitar que se repita.
Mientras tanto, Córdoba sigue respirando bajo la sombra de sus residuos mal gestionados.
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