Un grave episodio de violencia institucional tuvo lugar en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires luego de que el legislador porteño Yamil Santoro denunciara que su despacho fue irrumpido y atacado por la diputada María Bielli, integrante del bloque kirchnerista, acompañada por tres personas aún no identificadas formalmente.
Según el testimonio del propio Santoro y de su equipo de trabajo, el incidente se produjo pocas horas después de que, en su rol como director de la Fundación Apolo, el legislador presentara ante la Justicia un pedido para que se establezcan restricciones a la eventual prisión domiciliaria de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. La presentación judicial plantea que dicha modalidad debe aplicarse en condiciones de control efectivo, sin beneficios de confort ni propiedades lujosas pagadas con fondos públicos.
La denuncia por el ataque fue formalizada por Santoro tras lo ocurrido. De acuerdo con lo relatado, la diputada Bielli habría ingresado en actitud violenta a las oficinas del legislador en la Legislatura porteña, acompañada por tres personas, y procedido a agredir verbalmente a los presentes. El grupo arrojó sillas, un monitor y forzó la puerta de la oficina personal de Santoro, a quien habrían estado buscando. El legislador no se encontraba en ese momento en el lugar, lo que evitó un posible enfrentamiento directo.
“Revolearon muebles y amenazaron a mi equipo a los gritos. Son cavernícolas”, publicó Santoro en sus redes sociales, calificando el episodio como una muestra de intolerancia política y violencia institucional inaceptable.
Cámaras de seguridad de la Legislatura registraron el ingreso de Bielli y sus acompañantes al despacho, confirmando el carácter intempestivo y agresivo de la irrupción. Los videos ya fueron puestos a disposición de las autoridades para su análisis.
Santoro anunció que solicitará una sanción disciplinaria contra la legisladora, exigiendo que se evalúe su conducta en el recinto legislativo y se determine su eventual desplazamiento. “No sé qué hubiera pasado si me encontraban ahí”, expresó con preocupación el legislador, al tiempo que destacó que su jefa de despacho fue retirada del lugar a tiempo para evitar una posible agresión directa.
El hecho ha generado amplio repudio en diversos sectores del arco político porteño. Si bien aún no hubo declaraciones oficiales del bloque kirchnerista en la Legislatura, se espera que el tema sea tratado en la próxima sesión parlamentaria.
La violencia dentro de las instituciones democráticas representa un retroceso alarmante en los estándares de convivencia cívica. La gravedad del accionar atribuido a la diputada Bielli y sus acompañantes pone en cuestión no solo la conducta de una funcionaria electa, sino también los límites de la disputa política dentro de los marcos legales y democráticos.
El incidente abre una nueva instancia de tensión en el escenario político local, justo en un momento de fuerte polarización, donde la violencia –aunque sea simbólica– no puede ser naturalizada ni tolerada bajo ningún concepto.
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