En un nuevo acto contra la verdad histórica, y en una acción en pos del adoctrinamiento y el pensamiento único, la Universidad Nacional de La Pata en un taller a cargo de Catalina Curciarello, Lucía Abbattista y Pilar Medina se uso al personal de la promoción XXVIII del Instituto Superior de Seguridad Aeroportuaria (ISSA) para imponer la ideologización de los 70.
De esta forma, se ha utilizado a personal en formación en el instituto de la Policía de Seguridad Aeroportuaria, para promocionar ideologías afín al gobierno y su relato de los años 70.
Con la autorización de las autoridades del Instituto Superior de Seguridad Aeroportuaria (ISSA) se ha puesto en marcha la campaña de Abuelas de Plaza de Mayo “Barbijos con memoria”.
En este "taller de reflexión", se realizaron barbijos con siglas tales cómo "nunca más", "son 30.000", "donde están", entre otras. Y se utilizó al personal en formación de la Policía de Seguridad Aeroportuaria para que "milite" las ideas políticas.
Los barbijos con las frases hechas le tapan la boca al personal policial. No es una metáfora, es real.
Existe innumerable documentación histórica que se demuestra que en los años 70 existieron actos subversivos, e incluso Estela Martínez de Perón firmó conjuntamente con los ministros del Partido Justicialista los decretos de aniquilamiento.
A la vez previo al golpe de estado, existieron atentados continuos hacia el personal militar y policial, en el marco de grupos terroristas como ERP y Montoneros, que aún hoy persiste existiendo los denominados "juicios de lesa humanidad" que incumple con innumerables garantías constitucionales tal se describe en el libro El Pacto.
En un nuevo acto que marca una violación de los derechos humanos, las personas a cargo del taller Catalina Curciarello, Lucía Abbattista y Pilar Medina como también las autoridades de la PSA, han mostrado una vez más que con la intención de defender una idea pueden transformar la realidad en una distopía cómo el libro de Orwell, y transformarse en violadores sistemáticos de Derechos Humanos, tal como la libertad de expresión. Callar al personal policial, avasallando su libertad, e imponerle frases armadas constituye sin duda: una violación a los derechos humanos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario