En una reciente intervención, el Ministro de Desregulación y Transformación del Estado de la Nación Argentina, Federico Sturzenegger, expuso con crudeza un sistema que calificó de "pequeño club reservado", el cual encarecía innecesariamente la entrada de buques al puerto de Buenos Aires. Según detalló, estas prácticas representaban un costo de USD 50.000 por barco, un gasto que, en última instancia, recaía sobre los consumidores argentinos.
El rol de los prácticos en los puertos: necesidad o abuso
Sturzenegger explicó que, en muchos puertos del mundo, se requiere la intervención de un "práctico", una persona especializada que guía a los capitanes en la entrada y salida de embarcaciones, especialmente en áreas con riesgos como rocas o características geográficas complejas. Sin embargo, argumentó que en el caso del Río de la Plata, las condiciones no justifican los elevados costos asociados a este servicio.
Sturzenegger cortó un currito que nos costaba USD 50.000 por buque que entraba al Río de la Plata. pic.twitter.com/DRWBF2zuLR
— Traductor 🥹💕💐 (@TraductorTeAma) December 14, 2024
"Cuando vos entrás a los puertos de Argentina, no hay rocas con las que puedas chocar. Lo peor que puede pasar es que el río es bajo. Entonces, ¿tiene sentido que alguien cobre USD 50.000 por barco?", cuestionó el ministro.
Sturzenegger hizo referencia al caso del accidente del Exxon Valdez en Alaska, un desastre ecológico ocurrido en 1989, para contextualizar la lógica detrás de los prácticos en otros puertos del mundo. Sin embargo, contrastó ese escenario con la realidad del Río de la Plata, donde el riesgo es significativamente menor.
Un "pequeño club reservado"
El ministro denunció que el acceso a la profesión de práctico en Argentina está controlado por un sistema cerrado y excluyente. Según su testimonio, al enviar a colaboradores a explorar la posibilidad de inscribirse en la academia de prácticos, estos fueron recibidos con hostilidad: "Prácticamente los matan a trompadas", afirmó.
Sturzenegger describió este sistema como un negocio protegido, en el que un reducido grupo de personas se beneficia a expensas de los consumidores: "Es un pequeño club donde todo se maneja muy calladito, pero nos termina costando a todos".
Impacto de la desregulación
En su rol como Ministro de Desregulación, Sturzenegger ha impulsado medidas para eliminar este tipo de "curritos", como él mismo los calificó, que afectan tanto a la competitividad del comercio exterior como al bolsillo de los argentinos. "Estamos trabajando para desarmar estos negocios preparados, que no tienen ninguna justificación lógica ni económica", aseguró.
Con esta medida, el Gobierno busca no solo reducir costos operativos en los puertos, sino también fomentar una mayor transparencia y competencia en sectores tradicionalmente monopolizados. La intervención promete beneficiar tanto a las empresas importadoras y exportadoras como a los consumidores finales, quienes muchas veces pagan el precio de estas ineficiencias.
Este anuncio se enmarca dentro de un plan más amplio de reformas que buscan transformar las estructuras que, según el ministro, han frenado el desarrollo económico del país durante décadas.
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