La empresa Logischem S.A., cuyos depósitos explotaron días atrás en el polo industrial de Ezeiza, es objeto de una investigación penal en la justicia federal por presuntas irregularidades en la provisión de insumos químicos a Yacimientos Mineros de Agua de Dionisio (YMAD), la empresa interestatal que explota oro y plata en la provincia de Catamarca.
Logischem es una de las firmas apuntadas por la supuesta aplicación de sobreprecios de hasta un 200% en la venta de cianuro de sodio a YMAD, un insumo clave para la producción aurífera. Los dueños de la compañía, Pablo Celhabe y Horacio Fiz, integran el grupo de 22 imputados en un expediente por presunta defraudación y administración fraudulenta, cuyas responsabilidades aún deben determinarse.
Antecedentes judiciales y reactivación de la causa
El expediente había tenido un dictamen de sobreseimiento general. Sin embargo, en 2023 la Cámara Federal —con votos de los jueces Martín Irurzun y Eduardo Farah— revocó ese fallo y ordenó profundizar la investigación. Los camaristas señalaron fuertes inconsistencias en los procesos de compra de cianuro entre 2014 y 2016.
Una revisión realizada por la Procuraduría de Investigaciones Administrativas (PIA) detectó que YMAD habría fragmentado compras para evitar realizar licitaciones públicas. Según la investigación, cada 40 días se convocaba a licitaciones privadas en las que siempre competían las mismas empresas: Volpor, Heat Sales y Logischem, conformando un circuito cerrado de proveedores sin competencia real. Los investigadores describieron esta situación como “pescar en una pecera”.
Señalamientos por ventas de oro a precios inferiores al mercado
La causa también investiga un segundo eje: la supuesta comercialización de lingotes de oro a un grupo selecto de compañías que recibían avisos por correo electrónico de forma privada. De acuerdo con el expediente, estas operaciones se habrían realizado a valores sustancialmente inferiores a los precios internacionales, generando un perjuicio para la empresa pública.
YMAD: estructura, producción y situación política
YMAD es una empresa interestatal en la que participan el Gobierno nacional, la Provincia de Catamarca y la Universidad Nacional de Tucumán. Desde su mina de Farallón Negro produce cerca de 65 kilos de oro por mes, que son exportados a Suiza.
El directorio está integrado por cinco miembros: uno en representación de la Nación, dos por Catamarca y dos por la Universidad de Tucumán. Uno de los exrectores de la Universidad, Juan Alberto Cerisola, imputado en esta causa, fue condenado en 2023 por malversación de fondos vinculados justamente a recursos provenientes de YMAD.
Aunque el Gobierno nacional incluyó a la empresa en el paquete de privatizaciones de la Ley Bases, YMAD continúa bajo control estatal. Su actual presidente es Juan Pablo Limodio, designado por impulso del Ministerio de Economía. Sin embargo, su continuidad depende de las negociaciones políticas en curso entre el Gobierno nacional y el gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, quien propone que la Nación se retire de la sociedad y que la minera quede exclusivamente bajo gestión provincial.
Catamarca ya tiene una presencia significativa en la empresa: integran el directorio Fernando Jalil, hermano del gobernador, y Ángel Mercado, exesposo de la senadora y exgobernadora Lucía Corpacci. Según fuentes políticas, la presidencia de YMAD podría volver a representantes provinciales en el marco de acuerdos legislativos entre la provincia y la administración nacional.
Explosión en Ezeiza y nueva investigación
Mientras la causa por presunta defraudación continúa activa y YMAD sigue recibiendo requerimientos de Comodoro Py, el episodio ocurrido la semana pasada abrió una nueva línea de investigación. La explosión en los depósitos de Logischem destruyó instalaciones de la firma y alcanzó también a galpones de Iron Mountain, empresa dedicada al resguardo de documentación sensible, que ya había sufrido un incendio de gran magnitud en 2014.
La justicia deberá determinar ahora las causas del siniestro y evaluar si existieron fallas en el almacenamiento de materiales peligrosos. Empleados recientes declararon que la instrucción para manipular sustancias tóxicas y combustibles era extremadamente básica, reducida a una consigna: “Los pescaditos tachados por un lado y las calaveras por el otro”, en referencia a los símbolos de riesgo impresos en los envases.
Un caso que combina seguridad industrial, manejo estatal y presunta corrupción
La simultaneidad entre la explosión en Ezeiza y la reactivación del expediente por presunta defraudación vuelve a colocar bajo la lupa tanto el rol de Logischem como los mecanismos internos de YMAD. El caso expone posibles fallas en la administración de recursos públicos, riesgos en el manejo de sustancias peligrosas y tensiones políticas vinculadas al control de una empresa estratégica en la minería nacional.



