viernes, 11 de octubre de 2024

Asesinato del Teniente Juan Carlos Gambandé: Un Episodio de la Violencia Política en Argentina en 1974

El 11 de octubre de 1974, en la ciudad de Santa Fe, el Teniente Juan Carlos Gambandé, miembro del Ejército Argentino (EA), fue asesinado por dos jóvenes desconocidos mientras retiraba su automóvil de un garaje. Los atacantes, armados con armas automáticas, dispararon contra el oficial, impactándolo en el tórax y la cabeza con nueve proyectiles, lo que provocó su muerte inmediata. El atentado fue atribuido al Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP), una organización guerrillera que, durante los años 70, llevó a cabo acciones armadas contra miembros de las fuerzas armadas y del gobierno en el marco de la violencia política que sacudió a Argentina durante ese período.

El asesinato de Gambandé fue uno de los tantos atentados perpetrados por el ERP, que buscaba desestabilizar al Estado mediante una estrategia de lucha armada en un contexto de extrema polarización política. En su publicación "Estrella Roja", el ERP reivindicó la acción como parte de su lucha contra el "aparato represivo" del gobierno, que en ese momento, bajo la presidencia de Isabel Perón, enfrentaba una creciente conflictividad social y la expansión de grupos guerrilleros tanto de izquierda como de derecha.

El asesinato de Gambandé es un ejemplo del clima de violencia que marcó la década de 1970 en Argentina, un período que culminó con el golpe de Estado de 1976 y la instauración de una dictadura militar que, con el objetivo de erradicar a los grupos subversivos, implementó un régimen de terrorismo de Estado que resultó en la desaparición forzada de miles de personas.

Este hecho también resalta la compleja relación entre las fuerzas armadas y los grupos guerrilleros en una época en que ambos actores se enfrentaban en un conflicto marcado por violaciones a los derechos humanos y una alta cuota de violencia política. El ERP, fundado en 1970, fue una de las organizaciones más activas de la época, promoviendo acciones directas contra las fuerzas del orden y autoridades gubernamentales como parte de su estrategia de "guerra revolucionaria".

El asesinato de Gambandé contribuyó a la escalada de violencia que derivaría en una respuesta represiva cada vez más dura por parte del Estado, en la cual no solo participaron las fuerzas armadas, sino también organizaciones paramilitares como la Triple A, que llevaron a cabo acciones ilegales contra activistas, opositores políticos y militantes de izquierda.

En ese contexto, la figura de Gambandé, como la de muchos otros militares y civiles víctimas de la violencia política, se inscribe en una etapa dolorosa de la historia argentina, marcada por enfrentamientos armados, represión y profundas divisiones sociales que dejaron secuelas perdurables en la memoria colectiva del país.

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