Desafíos en la Designación de Funcionarios en el Área de Seguridad: La Preocupación de los Graduados Universitarios

En la inminencia de un cambio de gobierno, las miradas se centran en la posible designación de funcionarios clave, especialmente en el ámbito de la seguridad. Los graduados universitarios en ciencias de la seguridad expresan su preocupación ante la perspectiva de ver ocupados estos cargos por individuos carentes de la idoneidad necesaria. En el escenario político futuro, donde se perfila a Javier Milei como presidente y se especula sobre nombres como Guillermo Francos y Nicolás Posse para ocupar cargos relevantes, la incertidumbre crece entre los expertos en seguridad.

Desde diversas carreras, como licenciaturas en seguridad, licenciaturas en seguridad ciudadana y técnicos en seguridad, se alza una voz unificada en defensa de la importancia de respetar los alcances de los títulos universitarios. Este llamado a la consideración de la formación específica no es solo una cuestión de preferencia, sino que encuentra respaldo en el artículo 16 de la Constitución Nacional Argentina, que establece los principios que deben regir en la designación de cargos públicos.

Es crucial recordar que diversos relevamientos ya han puesto de manifiesto una problemática persistente en el Ministerio de Seguridad de la Nación, donde, en muchos casos, no se respeta la formación universitaria ni se cumplen con las normativas que exigen idoneidad y requisitos mínimos para ocupar dichos puestos. Ante este panorama, los graduados en seguridad instan a las autoridades a considerar la importancia de contar con profesionales debidamente capacitados en la toma de decisiones cruciales para la seguridad nacional.

La Ciudad Autónoma de Buenos Aires, bajo el mandato de Jorge Macri, también enfrenta un escenario similar, donde se rumorea la posible designación de Waldo Wolff, licenciado en administración de empresas, y Diego Kravetz, abogado, en el área de seguridad. Esta situación genera inquietudes adicionales entre la comunidad de expertos en seguridad, ya que la diversidad de carreras y universidades que ofrecen programas de licenciatura en seguridad plantea la necesidad de asegurar que los funcionarios designados comprendan los aspectos específicos de esta disciplina.

La idoneidad y la especialización son valores fundamentales en la gestión de la seguridad, y comprometerlos podría tener consecuencias significativas. Los profesionales en seguridad abogan por un proceso de selección transparente y basado en el mérito, donde la formación académica y la experiencia específica en la materia se consideren criterios fundamentales. La sociedad merece contar con líderes capaces de abordar los desafíos complejos que plantea la seguridad, y la designación de funcionarios sin la debida formación podría poner en riesgo la eficacia de las políticas públicas en esta área vital.

En este sentido, los graduados en ciencias de la seguridad hacen un llamado a las autoridades entrantes a priorizar la idoneidad y el respeto a los títulos universitarios en la designación de cargos clave. La seguridad de la nación y de la ciudadanía depende en gran medida de la competencia y conocimientos específicos de aquellos que lideran en estos ámbitos, y no hay margen para compromisos en este aspecto crucial para el bienestar de la sociedad.