martes, 24 de octubre de 2023

Crisis de laboral y de salud mental en la Policía Bonaerense

La Policía Bonaerense, se enfrenta a un problema preocupante y en aumento: la tasa de suicidios entre sus miembros. En los últimos 40 días, se han registrado seis trágicos suicidios de agentes de policía, una cifra que ha despertado una alarma que no puede ser ignorada, según informa la periodista Josefina López Mac Kenzie para el diario Clarín en un artículo del día 11/10/2023.

Demián Cristian Duarte, un joven oficial de 32 años, amante del fútbol y padre de dos hijos, es uno de los casos que resalta esta dramática situación. Su vocación por la policía se manifestó temprano, y tras graduarse de la secundaria, se unió a la escuela Juan Vucetich, donde los aspirantes a policías reciben su formación. Sin embargo, la transición de la academia a la vida en una comisaría resultó ser un desafío abrumador. Trabajando en la comisaría tercera de Avellaneda, con un horario de 24 horas de servicio por 48 horas de descanso, Demián enfrentó dificultades laborales y personales que finalmente no pudo superar.

El caso de Demián refleja una realidad generalizada dentro de la Bonaerense: una crisis de salud mental que ha llevado a un aumento significativo en depresiones, trastornos de estrés, violencia de género, adicciones y, en última instancia, suicidios. A pesar de los esfuerzos de la Dirección de Sanidad de la Bonaerense, que ha implementado estrategias como la asignación de tareas no operativas (conocidas como "TNO") a agentes con problemas de salud mental, la situación sigue sin controlarse por completo.

Los números son preocupantes: en 2021, la Bonaerense perdió la vida de 36 miembros debido al suicidio, en comparación con los seis durante actos de servicio. Este promedio de tres suicidios por mes es la peor estadística de los últimos cinco años, lo que subraya la gravedad de la situación. Además, durante 2023, ya se han registrado 12 casos de suicidio en la fuerza policial.

Los factores que contribuyen a esta crisis son diversos. Los miembros de la Bonaerense a menudo enfrentan relaciones personales problemáticas, y las preocupaciones económicas son omnipresentes. Los descuentos en sus pago debido a préstamos personales para cubrir deudas previas son una constante fuente de estrés. Los policías también se enfrentan a largas jornadas laborales, cambios de destino frecuentes y recargos horarios, lo que les lleva a estar prácticamente de servicio las 24 horas del día. Además, muchos tienen empleos secundarios para llegar a fin de mes, lo que aumenta la presión y la fatiga.

A medida que los casos de suicidio se multiplican, se ha creado un "Programa de Prevención del Suicidio" para abordar el problema de manera más directa y darle visibilidad. Sin embargo, la eficacia de este programa todavía está por determinarse, y queda por verse si será suficiente para revertir la tendencia preocupante. La falta de acceso a terapia psicológica asequible y la falta de apoyo de los jefes también son desafíos que deben abordarse de manera más efectiva.

En resumen, la Bonaerense se enfrenta a un drama silencioso que no puede ser ignorado. El cambio cultural, una mayor empatía hacia los miembros de la fuerza, y la mejora de las condiciones laborales y de salud mental son esenciales para abordar este problema y evitar más tragedias. El lema debe ser "Ni un suicidio más".

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