domingo, 6 de agosto de 2023

Repensar el Lenguaje: Eliminando Términos Inadecuados en las Fuerzas de Seguridad

El lenguaje es una herramienta poderosa que influye en la forma en que pensamos y percibimos el mundo que nos rodea. En el contexto de las fuerzas de seguridad, fuerzas policiales y fuerzas militares, el uso de ciertos términos puede tener connotaciones que afectan la autodeterminación de los individuos y refuerzan estructuras desfavorables. Es importante reconocer cómo el lenguaje puede condicionar nuestra comprensión y reflexionar sobre cómo modificar dichos términos puede fomentar una cultura más justa e igualitaria.

Uno de los términos más problemáticos es el uso de la palabra "destino" para referirse al lugar de trabajo de un miembro de las fuerzas de seguridad. El término "destino" conlleva una connotación divina o predeterminada, lo que sugiere que la ubicación de trabajo es algo que está fuera del control del individuo. Esta idea contradice el principio de autodeterminación, donde cada persona debería tener la capacidad de elegir libremente su carrera y el lugar donde desempeña su labor profesional.

Del mismo modo, los términos "pases" o "liberar" son inapropiados al referirse a cambiar a un individuo de lugar de trabajo. Estos términos evocan una connotación esclavista, ya que implican que el miembro de las fuerzas de seguridad es propiedad de la institución (o de algún jefe) y que su movilidad está sujeta a la decisión de superiores jerárquicos. Esto limita la autonomía y el libre albedrío de la persona, lo que puede generar insatisfacción y descontento. Además que es contrario a principios de diversas normas, tales cómo lo establecido en distintos tratados de jerarquía constitucional.

Cabe destacar que por ejemplo el personal de Gendarmería Nacional Argentina era evaluado como "inútiles", "ineptos" o "incapacitados", no fue sino hasta el decreto 200/2018 se modificó por "No apto para prestar la función de gendarme", "Imposibilitado para la función de gendarme". En los fundamentos de dicho decreto se aclara que [los términos usados] "resultan ser ofensivos para el personal" y por tanto el Ejecutivo creyó necesario "modificar la redacción de los mismos, adecuándolos según el caso y de manera tal que no resulten agraviantes".

Este antecedente muestra, que en efecto la máxima autoridad de un país debió fijar que los términos utilizados por una fuerza no eran los adecuados, por tanto internamente la propia institución no tuvo los mecanismos propios para realizar una autocrítica institucional.

Es fundamental que las instituciones de seguridad promuevan un lenguaje que respete la dignidad y la autodeterminación de sus miembros. La eliminación y modificación de términos inadecuados puede ser un paso crucial hacia una cultura más inclusiva y respetuosa. Al hacerlo, se reconoce la importancia de empoderar a los individuos para que tomen decisiones sobre su vida profesional, lo que puede tener un impacto positivo en su bienestar y desempeño laboral.

El concepto de "neolengua" de George Orwell, como se describe en su novela "1984", es relevante en esta cuestión. En la novela, la neolengua es una versión manipulada del lenguaje que busca controlar y limitar el pensamiento y la expresión de las personas. Esto se logra eliminando palabras y conceptos que puedan cuestionar el régimen autoritario y sustituyéndolos por términos que refuercen la ideología del partido gobernante. En el contexto de las fuerzas de seguridad, el uso de términos inadecuados puede tener un efecto similar, al condicionar el pensamiento y limitar la capacidad de los individuos para cuestionar o expresar su descontento con ciertas prácticas o estructuras institucionales.

En conclusión, repensar el lenguaje utilizado en las fuerzas de seguridad, fuerzas policiales y fuerzas militares es una tarea importante para promover una cultura más inclusiva y respetuosa. Eliminar términos inadecuados como "destino", "pases" o "liberar" puede permitir que los miembros de estas instituciones ejerzan una mayor autodeterminación sobre su carrera y lugar de trabajo. Al hacerlo, se evita la perpetuación de connotaciones indeseables y se fomenta un ambiente que valore la dignidad y el libre albedrío de cada individuo. Además, es esencial estar conscientes del concepto de neolengua y su relación con el uso del lenguaje, para evitar caer en prácticas que limiten la libertad de pensamiento y expresión.

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