"Juan Carlos Hernández estaba de viaje cuando quisieron matar a la ex Presidenta. Máximo Kirchner, furioso.
La tarde del jueves 8, justo una semana después del atentado, Cristina Kirchner quiso saber de boca de Aníbal Fernández sobre el rol de la Policía Federal en el intento de asesinato en la puerta del departamento de Juncal y Uruguay, y lo convocó a su despacho del Senado. El día anterior, el ministro de Seguridad había estado reunido bien temprano con el comisario Diego Carbone, el jefe histórico de la Custodia de la Vicepresidenta que desde la noche del ataque está más en silencio que nunca.
Según trascendió, la ex Presidenta, todavía conmovida por el episodio y por el humor caldeado en un sector de la sociedad que la tiene estremecida, se quedó bastante satisfecha con las explicaciones del funcionario. Pero no así parte del dispositivo K. Y en particular su hijo, Máximo Kirchner, el jefe de La Cámpora, que desde la noche del ataque está furioso no solo con buena parte del sistema político -fueron muy pocos los dirigentes de la oposición que, por caso, le escribieron a su teléfono para solidarizarse-, si no también con el ministro de Seguridad y con un sector de la Policía Federal, que en las últimas semanas quedó en el ojo de la tormenta.
“La Federal está bastante enquilombada. Y el jefe no maneja”, aseguró a Clarín un comisario mayor de peso que está hace años en la fuerza, que controla un área relevante y que es, como muchos, muy crítico de Juan Carlos Hernández, el jefe de la Policía.
(...)
Hernández fue designado por Alberto Fernández a las pocas semanas de asumir, una definición ejecutada por la entonces ministra Sabina Frederic. El nombre del comisario fue acercado por el legislador Claudio Ferreño, íntimo del Presidente y de pasado en la fuerza, que también le recomendó al jefe de Estado algunos nombres para la designación de la custodia presidencial.
En su momento, Frederic y Cecilia Rodríguez habían querido ungir a Mato como jefe de la Policía Federal. No hubo caso.
Cuando asumió Aníbal Fernández intentó hacer lo propio, según las fuentes consultadas, pero con Alejandro Ñamandú, el superintendente de Investigaciones de la Policía que en las primeras horas de la investigación por el atentado a la ex Presidenta se encargó de las pesquisas.
Ñamandú es muy cercano al ministro: fue su jefe de custodia durante años. Y tiene aceitados vínculos dentro de la fuerza y en otros rubros, como la Justicia. "
Clarín
martes, 20 de septiembre de 2022
Ataque a Cristina: siguen las sospechas sobre el rol de la Policía Federal y hay inquietud por el jefe de la fuerza
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