"Los responsables de la comunicación institucional del Conicet no comprenden bien cuál es el lugar de las instituciones científicas en una sociedad democrática y plural.
La política científica argentina ha vuelto a ser noticia. Esta vez, desgraciadamente, por malas razones. El viernes pasado, la cuenta oficial del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) dio a conocer un comunicado repudiando expresiones vertidas por Horacio Altuna en la historieta que este reconocido dibujante publica regularmente en la contratapa de este diario.
Varias agrupaciones de científicos se hicieron eco de esta impugnación. Un organismo tan prestigioso como el Conicet, parecen decirnos, no debe ser objeto de crítica. Las instituciones científicas, además de respeto, deben gozar de un tratamiento privilegiado en el debate público.
Lo que irritó a los responsables de la comunicación institucional del Conicet es que, en una viñeta, Altuna puso en boca de uno de sus personajes la expresión “ñoqui del Conicet”. Se trata de un modismo que suele usarse para impugnar el trabajo de los integrantes del sistema científico nacional y en ocasiones también para denostar las políticas que impulsa nuestro principal organismo de producción científica.
Hay que decir que estas críticas rara vez tiene sólidos fundamentos. Más habitual es que sus autores desconozcan como funciona un sistema científico complejo.
Confrontado con el malestar que despertó su viñeta, Altuna se disculpó por su “error narrativo”, dando a entender que su mensaje había sido malinterpretado. El artista subrayó que su intención no era desacreditar la tarea de una de las instituciones más valoradas de nuestro país, una institución que, además, pese a los escasos recursos de que dispone, pese a los muy bajos sueldos que paga a sus investigadores, sigue gozando de un considerable prestigio internacional.
Mientras Altuna volvía sobre sus pasos, en otro frente, el pronunciamiento del Conicet despertaba una lluvia de críticas, que inundaron las redes sociales. Varias de ellas enfatizaron que los responsables de su comunicación oficial fueron incapaces de distinguir entre una afirmación y una ironía. Otros agregaron que un artista tiene, siempre, el derecho a expresar su punto de vista, sin restricciones de ningún tipo."
lunes, 12 de junio de 2023
El Conicet y la policía de la opinión
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